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miércoles, 7 de diciembre de 2011

EL ORIGEN DEL MAL




Desde que el hombre es hombre y el mundo tiene historia registrada siempre ha existido se ha dado la lucha por el poder, la ambición, y las desigualdades.
La anterior premisa es muchas veces el argumento de “analistas “y científicos sociales para explicar las incongruencias que hay en este mundo. Quizás esta explicación tuvo sentido en algún momento de la historia pero en este momento simplemente es la excusa más barata para justificar el orígenes de los males de los seres humanos que es la desigualdad social, la falta de equidad, la mala distribución de la riqueza, y la brecha entre desposeídos y ricos que cada día se hace mayor trayendo consigo consecuencias de orden mayor.
Hemos llegado al punto que aquellos descendientes de pueblos guerreros que por medio de la brutalidad y de la fuerza se impusieron a otros destruyendo su tecnología y cultura, hoy día son los que se hacen llamar países de primer mundo y “civilizados” estos mismos los que en post de un desarrollo y lo que se le denomina el estado de bienestar, han llevado al mundo al colapso del agotamiento de los recursos generados del planeta, que como mencione han dividió el mundo en el que vivimos en varios mundos primer mundo, tercer mundo, países emergentes civilizados, simple y llanamente son conceptos discriminatorios para establecer quiénes son ricos y quienes son pobres.
Pero como la matemática no mienten para que alguien sea muy rico tiene que haber alguien que sea muy pobre, o que ese muy rico haya explotado los recursos de es muy pobre dejándolo sin oportunidad alguna de desarrollarse. Sin producir un verdadero sistema de proporciones, ni de distribución equitativa.
En nivel micro esto lo vemos hoy día en nuestros países en especial en Panamá, un crecimiento económico enorme y sostenido, pero una distribución inequitativa de las riquezas, de las oportunidades y del desarrollo, palpable a simple vista, solo hay que ver ejemplos que caen en lo ridículo (San Sebastián y punta pacifica, Guna Nega, Curundú y curundu, chorrillo y san Felipe) en su momento todos hemos denigrado a estas personas, no con esto hago un mea culpa mucho menos justifico lo que hacen, pero que pasaría, si las políticas de Estado fueran más equitativas, se diera un mayor desarrollo a la educación, una salud pública cónsona a nuestro país, un sistema penitenciario resocializador y no masificador de la criminalidad, se subsidiara los sectores agrícolas y se desarrollara el interior del país para que no haya ese desplazamiento de pobres interioranos que viene en busca de esperanza a la capital pero lamentablemente muchas veces su situación es igual o más precaria que la anterior, no sé si es utópico pensar que eso pasaría, que es posible si lo es que haya la voluntad he ahí la cuestión, la falta de voluntad no solo política también social, cuando muchas clases ven sus estatus de súper clase, puede peligrar o sus privilegios económicos menguar en un pequeño porcentaje con una visión tan ostracista que no ven que el desarrollo del país también incrementaría el desarrollo de sus inversiones, que no entienden que un pueblo con mayor poder adquisitivo podrá tener mayor estado de bienestar, consumiendo mejores cosas, y lo mejor no se verían forzados a tener casas con bardas electrificadas para que sus preciados bienes materiales no puedan ser robados ni utilizar escoltas por qué no habría necesidad de robar, los crímenes serian menores además de que tendríamos mano de obra más calificada por ende mucho más competitiva.
Ahí se encuentra el origen de nuestro mal, somos un país que nunca ha sufrido grandes tragedias naturales, con un clima optimo para el desarrollo de cualquier industria, bañado por dos mares, aparte de eso con una mescla de culturas que nos hacen ser pacíficos y trabajadores, pero por qué no hemos llegado a ese desarrollo pleno por que aún se discute que el salario mínimo de B/. 700.00 es muy elevado, es malo ni si quiera perder sino dejar de ganar un poco y permitir que esos que se sacrifican diariamente por hacerlos más ricos puedan optar por un derecho a una mejor vida, a un mejor salario a una mejor educación para sus hijos que en un futuro se convertirán en profesionales calificados, porque aún tenemos que estar viendo presupuestos inflados en ayudas de miseria que solo son paliativos politiqueros por qué no podemos ver un proyecto de nación y no un proyecto de gobierno de 5 años que se esfuerza en mantener su posición leseferista, que me hace pensar en ocasiones será que ellos atribuyen su éxito a la “providencia” y que la pobreza es un castigo por los males en otras vida y por ende el castigo tiene que perpetuarse generacionalmente, creo que es el momento de un cambio de mentalidad de acabar con el pecado original y permitir que nuestro país tome un nuevo derrotero sino estaremos condenados a la peor de las guerras, que son las de clases, donde impera la violencia la irracionalidad la falta de cordura y ya no se paliaría por igualdad sino por cambiar de posiciones dentro del engranaje social de manera radical, pareciera que la historia se aprehende como hechos del pasado y no nos miramos en ese ejemplo, posible que solo traería consigo peores días.
Hace poco escuchaba una explicación de una “socióloga” sobre los problemas de la desigualdad y la criminalidad de Panamá, y con sarcasmo me preguntaba ella sabrá si quiera que es sociedad, alguien le habrá dicho que la mayoría de esos delincuentes, pandilleros provienen de hogares disfuncionales, donde desde niños su madre fue la calle, sus hermanos los demás hijos sin madre, producto de que sus padres para poder pagar su minúsculo cuarto en un lugar lejano no solo por la distancia sino por las paupérrimas avenidas para llegar o salir de ahí tenían que levantarse de madrugada, dejarle la comida a medio hacer o encargárselos a una abuela octogenaria, para llegar a sus trabajos mal pagos a tiempo, y culminada la jornada emprender el calvario de dos o tres muchas veces más hora en un sistema de transporte deplorable hacia su residencia llegando muchas veces a altas horas de la noche donde ya su hijo duerme o está por dormir, muchas veces acostándose con hambre y sin supervisión de los cumplimientos escolares por sus padres, sin la debida recreación de fines de semana ni la convivencia familiar necesaria debido a que su descanso es un día de semana que no coinciden con el resto de la familia. Y así se va transformando el niño en delincuente muchas veces criado por la calle aprehendiendo lo que no debe viendo escenas y traumas que un niño en situación normal no debería ver jamás. Pero luego un organización de hipócritas sociales que juran que con pequeñas cuotas de miseria salvan el mundo y se gana un escalafón al cielo (deducible de impuesto) realizan debates sobre el tema e intentan explicarse por que la delincuencia, porque la criminalidad, y no saben que ellos en su mayoría son la fuerza opuesta para que este fenómeno no se dé.
Creo que ha llegado la hora de la equidad, de que las riquezas sean mejor repartidas y no con lastima sino con políticas de estado debidamente sustentadas, formalizadas como leyes que sean tendientes a mejorar el estatus social de los más desfavorecidos y a mejorar el de los obreros, los profesionales, para que exista un desarrollo consonó al crecimiento.